ADRIANA NAPOLEONE - DONDE LA MAGIA SUCEDE
María Carolina Baulo
Con la “multiplicación de los planos” como guía, la artista plástica y arquitecta de formación Adriana Napoleone, define la columna vertebral de toda su obra. Y es a partir de ese eje, esa directriz que todo lo atraviesa en cada una de sus búsquedas, series y recorridos donde ella elige sostener una estética y una forma de crear, construir y pensar espacios que pivotean entre lo tridimensional y el plano.
La obra de Napoleone parte de la economía de recursos y apela a esa disciplina desde los inicios hasta la terminación de las piezas: partiendo de la planimetría del papel como soporte, utiliza ese lugar compositivo para “maquetar” aquello que va a pintar o plegar. Sus Arquitecturas en Papel, nombre que podría dar cuenta de toda su producción hasta la fecha, forman un conglomerado de pliegues, construcciones, interrelaciones de líneas que forman una trama sólida para dar sostén a una estructura frágil estructuralmente pero sólida conceptual y visualmente. Es a partir del diseño en el plano donde la artista proyecta el volumen, su obra va y viene entre esos dos escenarios propios de una mirada que lee las líneas en perspectiva, que las eleva y las rebate. Y es en esas acciones donde la multiplicación de planos aparece como ese eje rector de su obra porque permite que se construya ese espacio desde donde concibe la obra.
Como todo arquitecto que se precie de tal, Adriana Napoleone sabe bocetar, diseñar, dibujar estructuras complejas pensando en esa “fachada” que se ve pero nunca descuidando todo que está detrás que da sustento y fundamento, a esa cara visible. Una larga lista de artistas reconocidos en la Historia del Arte, supieron desarrollar los beneficios de ese ejercicio de pensar lo tridimensional poniendo las bases ante todo, aun cuando no se vieran en el resultado final. Entonces partían del dibujo de los huesos, pasando por músculos y órganos para llegar a la dermis porque todo el sentido y solidez del resultado, depende de los cimientos. Entonces el trabajo se transforma en una suerte de maqueta que puede quedar en el papel como obra per se donde la artista pone de manifiesto uno de sus costados, unos de sus perfiles, un punto de vista y pasa al lienzo. Pero muchas otras veces opera como una construcción que se hace cada vez más compleja cuando es intervenida con elementos ajenos a la pintura como pueden ser el cartón o la madera.
La obra de Adriana Napoleone le debe mucho a la arquitectura, la cual es para mí territorio de artistas y creativos por definición. En nada me asombra que un arquitecto, con el tiempo, se sienta seducido a incursionar en las artes plásticas porque todo proyecto parte del plano para luego emerger a la superficie como un volumen autónomo. En sus trabajos, los perfiles delineados muchas veces juegan como un políptico desde donde se puede apreciar las distintas facetas de una misma estructura concebida por la artista; una suerte de rotación de las piezas que le permite presentar todas las caras desplegadas en una misma instancia. Y esto lo hace, tal como anticipamos, a partir del trabajo en el papel sea dibujándolo o plegándolo para luego elegir si lo pinta o lo “esculpe”. Me dice Adriana: “mi búsqueda estética fluctúa entre lo meramente formal y el relato o la narración que por momentos es propicio para dar sustento a lo morfológico, generando un imaginario propio”. Esto implica que ese vaivén y permanente retroalimentación entre el plano y el volumen también se da entre la formalidad del hacer práctico y técnico y la conceptualización de los contenidos de la obra. No puedo aventurar aun si alguno de estas dos fuerzas tomará la delantera en algún momento y se afianzará como dominante. Por ahora, su obra se desarrolla de una manera fluida combinando estructuras geométricas abstractas con colores que sostienen la armonía visual, entrando y saliendo del plano sin hacer valer una instancia por encima de otra. Y me agrega Adriana, que “así sucede la magia” y entiendo que es en ese intercambio creativos entre diferentes materialidades, presentaciones formales o un volumen que permita recorrerlo, donde lo que se piensa y lo que se trata de proyectar es cuasi un discurso moderno del arte donde la reflexión sobre la materialidad misma y su estructura, prevalece. Es ahí, en ese punto de inflexión pendular entre lo uno y lo otro, donde la magia sucede.
Lic. María Carolina Baulo, Mayo 2022
LA ESTRUCTURA INFINITA
Rocky Cervini
Adriana es una arquitecta visual; no podría ser otra cosa. Apasionada por la organización, la forma y las relaciones entre las partes, es una creadora de grandes cobijos geométricos, complejos, laberínticos, casi tan antojosos como perfectos, que mide, calcula, calibra y compara una y otra vez hasta dar luz a su idea cardinal. Podríamos imaginar a estos cuerpos angulosos como de dimensiones gigantes, albergando civilizaciones enteras, o tan diminutos como un barco de nuez, pero sirviendo siempre a la misma función de contención. ¿Qué hay adentro de ellos? Es un misterio que invita a observarlos…
Puntos a desarrollar: Las tres dimensiones como eje: partir del papel en blanco (1 dimensión), pasando a 3 dimensiones (maqueta en papel) para después volver a una dimensión (tela) donde están contenidas las otras dos como obra final. – La contención a través de las estructuras, contener lo orgánico mediante la intervención creativa, imponer un orden al mundo natural desde la racionalidad humana.
Autora: Rocky Cervini